En el darse cuenta radica la posibilidad del cambio de consciencia, del cambio de actitud, de la motivación y de la acción. El hecho de darnos cuenta ya es un gran logro. Cuando uno está dormido no percibe estas cosas, pero cuando uno despierta puede ver lo que ocurre, entonces es cuando se actúa movido por los valores que están en el corazón de tu ser y ya no caben juicios ni críticas, por que se puede contemplar claramente todo el holograma de una situación.